Lunes, 11 de diciembre de 2017 | Ramón Pérez Merlos
En el mundo laboral cada vez está más en alza el análisis de riesgos considerados hasta hace poco de menor valor, como los higiénicos, psicosociales o ergonómicos.
Es cierto que hay que trabajar sobre estos riesgos y tratarlos con la extraordinaria importancia que tienen. Pero no es menos cierto que los riesgos de seguridad, especialmente los de caída de altura, continúan generando en la actualidad multitud de víctimas en todo el país, incluyendo nuestra región. La última, hace unos días, una caída de altura de aproximadamente 15 metros en unos trabajos de mantenimiento en un edificio: (http://murciaeconomia.com/not/53675/muere-un-trabajador-tras-caer-de-una-altura-de-cinco-pisos-en-un-club-del-cabezo-cortao/).
Sorprendentemente este siniestro no computa como accidente de trabajo al ser el fallecido un trabajador autónomo, hecho que se ha repetido en otras ocasiones durante este año. Pero además, en el caso de trabajadores por cuenta ajena, en lo que llevamos de 2017 se han producido en la Región de Murcia en tareas de mantenimiento, reparación o conservación tres accidentes mortales, dos graves y cuatro leves, todos ellos provocados por caídas de altura al pisar cubiertas frágiles, como pueden ser placas translúcidas, claraboyas, etc.
Qué duda cabe que al menos en los tres accidentes mortales está actuando de oficio la fiscalía especializada en siniestralidad laboral, por lo que se judicializarán los tres sucesos.